¿Lo odie! No tuvo el éxito que
esperaba y me agobia completamente y, otra vez, mi mente vuelve a dar vueltas.
Pero ya mejor callare esa voz tan grande dentro de mi cabeza y viajare con un
cigarrillo a cualquier otro lado, al final, como aquella frase: para todo mal mezcal
y para todo bien también o si no por lo menos se olvida un momento.
Propósito No. 4
Dejar de consumir alcohol.
Tal vez lo haga. Lo que sí, es
que no jurarè, es mentirle a Dios, a mí. Es frustrante. No lo dejare tan fácilmente,
pues como todo, es una adicción que emana de genes o generaciones (pretexto
alguno tengo que sacar) Por lo menos una copa de vino, tequila, mezcal o cerveza
estará sobre la mesa, la banqueta o en cualquier lugar plano al final del todo
el mes. Mientras vivo en esta tierra de hombres sutiles de pensamiento. Divinos
somos.
Copas de princesas sobre la cama.
Por ellas también se toma: hermosas princesas de guerra emblemáticas cuales
mártires sobre sus plumas ortodoxos. ¡Ah! Como no amarlas.
Propósito No. 5
Amar ajenamente.
Tal vez no sería ajenamente, pues
tendrías que “conocer” a la persona. Mi referencia hace efecto a amar a alguien
más después de ti (como algún propósito anterior). Amar como el cielo ama al
mar sin tocarse ¿acaso se podrá? Igual es amar, demostrar todo y cabalgar los
sentimientos ajenos. Conocedores de aquellos pensamientos de él, de ella de
elle (lo incluyo para estas generaciones frágiles) ¡pero que va! Ama entregando
todo. Sabes que así funciona esto, pero disfrútalo sin cometido alguno o bueno
que si allá una meta: su ropa alborotada en el departamento de algún lugar,
aquel lugar perfecto extasiado de contactos.
Propósito No. 6
Dejar de ser un pelele.
Hay que estrenarse a los XV ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario