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viernes, 22 de febrero de 2019

Mirate

Es diferente conocer los estilos de cada uno; y es más complicado reaccionar a los instintos del tema.
Sonríe meticulosamente e inventa palabras de ira, convencete y termina.
Más a tiempo crea e iluciona en los verbos, deja terminar las cervezas y poco a poco, voltea, observa, contacta y vete.
Siente el aire de las ventanas abiertas y crea las sonrisas en sus mejillas.
Observarte.
Termina nuevamente.
Orina y deslizate entre sus piernas.
Chantajea, mirá y desvanecete entre sus pensarés.
Se. Olvídate y bebe, da sorbos a la cerveza.
De una a una creare ideas y conllevare a la cima, solo para volver a caer, aunque, de diferente e inocente manera llorare.
Siéntate.
Forma tu espacios y cierrate.
Implora miles de lágrimas y sonriele al efecto de su mirar.
Deja que toque su ser y hundete.
Tiembla.
Sudor, olores y colores en el ambiente.
Más nada pasa.
Ríe.
Encara tu mirada y observale.
Triste, vago.
Llora.
Agitate, seducele y mírale, toca sus manos, sus pies, sus pechos, sus cabellos. Sus pechos, cónicos valtos.
Abrete.
Sonrojarte.
Create: Pasado, Presente y Futuro.
Viola todos los sentidos y llévate al cien.
Pero nada.
Simple miedo de táctiles sollozos, que huellas colocadas en la espalda.
Ve y mírate.
Acá, llorando reflejate en los espejos del tiempo y matate.
Nada.
Escucha a siempre idea la letra:
"...Se que siempre soy un alma libre..."
Terminalo.
Aquí. 
Sin fin perdiendo el tiempo y el espacio.
Sin cambiar mi vida.
Sin cambiar el alma.
Lo niego.
Inconsiente.
Deshonesto.
Mírala, ahí bajo la sábana, aunque a pocas horas todo arriba va.

sábado, 16 de febrero de 2019

Tú-yo.

Es difícil comprender "un todo", pero mirabas justamente en el abstracto del  sentido de la vida: todo.
Como ironía en los cielos y tormentas en la tierra.
Es complicado saber a ciencia cierta qué eres, si vas y tiemblas, si vienes y mueres.
Nada.
¿Olvido en una hstoria con "h" minúscula o en la Historia con "H" mayuscula?.
Nada.
Como la lava en la cima; los sentidos, la risa y ¡mírate!.
Soñar incomprensible de ¿cuál voz?, tal vez, tomado de las manos inquietas de la vida y, en algún lugar incoherente de los cocos fuertes, sobre los palmarés. 
Mirarte.
¿Quién eres?
Sobreviviente Chino, leyenda Náhuatl de la vida y el río constante de la misma, que cruza los cauces, que impacible observa los vientos, escucha y vuelve, nace y crea, como la leyenda de cuatrocientos cantos.
Más-Menos.
Complicado.
Sordo.
Gordo.
Mirarte.
Qué haces bajo los cobijos del dilema y la manía, de la utopías y los tiempos erradicados del pensamiento.
Menos-Mas.
Somos constelaciones ironicas en el nuevo mundo.
Golpeadas, sudadas: intérpretes de teatro y caminatas de gotas al pacto con Dios.
Es difícil comprender.
Mamamia.
¿Reflejate en la vida?
Papamio.
¿Búscame en tus pensamientos?
Yomio.
¡Encuentrame!
Sí al final nada va, nada viene: ¡Búscame!
Comprobando los tiempos en miles de deseos.
Tú.
Quien ve, observarte cuidadosamente y elige la mejor versión.
Esa;
Vidente de los textos.
Esa;
Vidente de los sonidos.
Esa;
Vidente de los pasos.
¡Búscame!
Sí al final ya cubierto estas, si haces y deshaces en mí; pródigo, melancólico, elocuente, vivaz, soñar: ¡Perdido estoy!.
Pierdete, como los escritos en mi versículo, los tiempos atrás de los adiós.
Mirate.
Ahí estás; tú-yo.
Cobijate.
Duérmete.
Sueñate.
Es difícil, comprendete amigo mío.
Reflexión de espejos en lamentos. 
Yo.
Vivaz, voraz, incautó: llorar.
Cambia.
Destrozate.
Miénteme.
Pero al final: Tú-Yo únicos, unidos estamos.

miércoles, 13 de febrero de 2019

Encuentro.

Mantente.
Hecho y deshecho.
Olvida las cosas y cautiva con tu ser.
Perversa.
Agonizante y frustrante de la naturaleza.
Calma.
Divaga en los tiempos y contempla los blancos solares en el cuadro.
Muévete.
Crea los palpitos del hombre y ve, observarte en el borde a punto de coexistir.
¿Cómo la perfección en agonía puede volverse en si y mirarte, entrada, satisfecha o insatisfecho de la acción?.
Camina.
Escribeme, seduce y conduceme a los rincones, a las curvas huecas, los olores y temblores de un cuerpo, de una vida.
Juntate.
Ven, brinca y silba, cubre los cueros del silencio y encuentrame en la ducha, fria. Calientala con el éxtasis de mil amores, de los toques perfectos que tú mejor sabes hacer.
Convenceme.
Iré a lo mayor, a lo bruto y encontraré los temblores en la blancura de la luz, miraré en un afán tus ojos y, consciente, jugaré contigo a disfrutar de los sensibles tactos humanos.
Crea.
Imagina un todo y vuelve, espacioso, tembloroso e ironico. Pierdete.
Abre y entra.
Camina palpitando cada espacio.
Olfatea y sigue.
Huele las feromonas de bellezas inhumanas.
Toca y continúa.
Haz sentir lo bello, lo extraordinario de mi tiempo.
Llega y finaliza.
Acaba. Hundete en los labios perfectos de frialdad humana.
¿Serías tú?
Tal vez.
Galopante de los actos y la seducción, terminaste.
Solares, blancura, frialdad, cuadros y espacios.
Tú, yo y ella.
¿Qué?
¿Alguno sobra?
Seducción.
Ahí está la acción.
Belleza total de las aluciones.
Junto a la ventana, va.
Eterna ella, caminante del deseo a más lugar.
Allá va, caminante del placer a gatas, como tal vez, mejor lo sabe hacer.

domingo, 10 de febrero de 2019

Lugar.

Por donde mires, aquí estás, sentado en medio de la nada, de poco a poco huyendo del presente y tal vez de un futuro.
Por donde mires estás sin sentido, cayendo en un vacío sobre las gotas inhumanas del cuerpo.
No más, no menos.
Somos tiempo en retroceso e infeliz de los cuerpos, de los seres vivos inhumanos de la Tierra.
Nada.
Culpable.
Insólitamente, eternos en un mundo perfecto del cielo, de las estrellas,
constelaciones del infinito en un mar de trayectos, curvos inherentes y pasientes del pensamiento.
Pero, aún así sigues...
Por donde mires, los días, las noches y las risas cortadas están.
Maldición.
Tiempo.
¿Qué somos nosotros?
Maldición, tristeza y fealdad, cortos, largos y embellecido.
Gotea, camina y sé. Palpita amigo, ilumina y tiembla, sueña y mueve, codea, implanta y crea.
Huye eternamente en el espacio vacío de lo oscuro y ve, en un futuro, lo que ahora atribuyes.
Por donde mires, es y será: toca, palpa, huele y siente.
Verás, lo poco que a cualquiera en su momento morirá.
Adiós.
Tal vez.
Echar.
Humano, siéntate y ve.
Hoy tocará.

lunes, 4 de febrero de 2019

Destrucción.

Es una destrucción total.
Pero es así como se acostumbras las noches a las estrellas que pueden brillar, tal vez complicada e ilusa, pero es, en un momento, la noche la que guarda los pensamientos en el aire.
Tal vez, son espacios no aptos para el ser, pero la realidad es el camino hacia la mentira, las derrotas y los estribos en los espacios vacíos, icónicos e inherentes.
Qué es, si no los lazos en mi pecho, si no caminan los pies sobre el techo, si no se observa tras el espejo la vida.
Es un suicidio.
Verdad-mentira.
Cualquier cosa, es agonía y escrita en el cuello, los cielos tiemblan, las dunas oscuras en el norte y sobre los tiempos, los polos derretidos están, cómo sus suicidios, lentos, caciques de hierbas, de tiempos y estruendosos sonares.
En verdad, es tomar el valor: la vida, los sentidos y el pensamiento errado, como las gotas que moldean los suelos, como la lava, radiante e iriente, concreta forma pasos, destruye y calciza al caminar, así, sin más, hunde, destruye e inyecta el veneno de la naturaleza.
Pero, que más da, si al final se destruye,
Sí las gotas al chocar, mueren,
Sí las estrellas al dar luz, mueren,
Sí el camino no llega, solo te lleva.
Sí, al tocar todo se destruye.
Cómo, si al destruirse el cuerpo; la mente, los pensamientos, los tiempos, los sonidos, los sentidos y el aire, cómo, si al final el alma vaga.
Sí es más fuerte el brazo que rechazó el acto, que la mano que lo hizo.
Sí al destruirse solo se borran de este mundo.
Sí es más fuerte el acto que el pensamiento.
Si solo es desaparecer de este mundo, tal vez solo, tal vez loco, tal vez tonto.
Destrucción del tiempo, de tu tiempo y espacio.